miércoles, 18 de abril de 2012

YPF Historia de un patrimonio nacional

Llegó el día de la esperada expropiación y parcial nacionalización de YPF. No estatización pues el Estado Nacional retiene el 51 por ciento de las acciones que se reparte, a su vez, con las provincias luego de retirar las acciones de la multinacional con sede en España: Repsol.

Ahora bien, la historia comienza en los años ´20, cuando el General Mosconi se encuentra en soledad con su auto en medio de la ruta sin combustible. Había vuelto de partuza con unos "gatos" regenteados por el Gobernador de la Provincia de Chubut (Gobernador que tenía colgado en la pared la cabeza de cuatro anarquistas fusilados en Santa Cruz) y debía volver a su hogar lo antes posible. Como el combustible se agotó empezó a cavar en el campo con una pica y una pala. Agotado por la ambición de su proyecto, de pronto apareció un aprendiz de cura dispuesto a ayudarlo a quien Mosconi insultaba y blasfemaba pues odiaba la religión. Cuando sale el primer chorro de petróleo el Gral. prende un cigarrillo y lanza el fósforo al joven estudiante de cura que se enciende y termina calcinado. (Todo el público aplaudió pues el estudiante de cura quería enseñarle a Mosconi una moral que él mismo no tenía y era tan interesado como el propio General).

Mosconi e Yrigoyen fundan los Yacimientos Petrolíferos Fiscales y pronto el petróleo empezó a fluir. Como Argentina era un país en vías de desarrollo industrial se experimentó con alimentar a los caballos con petróleo pero al no funcionar se decidió oportunamente que si se cargaba el combustible en un auto este funcionaba mejor.

Pero Yrigoyen fue derrocado por un gobierno militar que prefería lucir cascos alemanes y sostener un país agrícola ganadero. Miles de soldados desfilaron en 1930 con carretas, bueyes y pancartas que rezaban: "No al petróleo, sí a la exportación de trigo". Obviamente, comenzó una persecución de comunistas y celíacos que no toleraban ni a la oligarquía ni al gluten que contiene el trigo, el centeno y la cebada.

La Segunda Guerra mundial cambió los paradigmas nacionales y se inicia la conocida sustitución de importaciones dada la realidad de una Europa debilitada por la guerra que ya no podía ofrecer a la Argentina los productos industriales. Y allí llegó Perón, que a pesar de ser nacionalista llamó a varios empresarios para que saquen petróleo y pudiera funcionar el "Auto Justicialista" o el avión a reacción "Pulqui", que transportaba a las amas de casa a votar para disfrutar sus derechos electorales y a los trabajadores a sus fábricas para aprovechar los beneficios del estado de Bienestar y paz social. La plaza se llenó de "Cabecitas Negras" ensuciados por el petróleo. La gente tenía pan, trabajo y se hizo popular quemar el parqué de las casas con petróleo o en cada casa se hizo un asado encendido con nafta.

Aunque tanto proletariado movilizado hizo que Perón fuera derrocado. Luego del advenimiento de militares de Aramburu llegó Frondizi al poder (luego de elecciones con el peronismo prohibido) quien implementó el Desarrollismo, el intento de transformación hacia una nación industrial. Se le puso la palabra Desarrollismo pues estaba de moda poner nombres a los movimientos con el final Ismo (Comunismo, Capitalismo, Keynesianismo por decir algunos) y Desarrollo e Ismo combinaban muy bien para un grupo de Radicales que se reunieron en un bar del barrio de Caballito. Dicha reunión finalizó abruptamente por la ingesta de porotos en mal estado. Balbín tuvo la flatulencia mas olorosa y despidió a su flato turbio con la frase: "Este viejo adversario despide a un amigo" generando el malestar de un grupo de militares de la mesa de al lado que estaban jugando al ajedrez con fichas azules y coloradas.

Frondizi tambien fue derrocado por militares y sus cómplices civiles... como tantos otros. Las interminables disputas, golpes militares y saqueo de las riquezas por un sector de la sociedad hicieron que Argentina entrara en decadencia económica, y la vuelta de la democracia no pudo mantener el control del petróleo.

En los años ´90 Cristóbal Colón, un genovés con capitales españoles e internacionales, desembarcó con un grupo de empresarios de Repsol y nos ofreció unos pesos a cambio de ceder el petróleo. La negociación fue simple: La multinacional Repsol, con sede en un país sin petróleo, nos ofrecía que se llevarían el dinero para el uso de los empresarios, no invertirían en explotación, manipularían el abastecimiento para controlar los precios a cambio de un espejo que nos diría todas las mañanas que "nos vemos bien y que somos un país del primer mundo". La sociedad aceptó gustosa.

Pero en el 2001 el país estalló en rebelión por pobreza y desocupación, iniciando el camino inverso a la privatización. Hasta que hoy el estado nacional expropia a Repsol y se hace del control de la mayoría de las acciones de la empresa, iniciando un nuevo camino en la historia del petróleo, el gas y los recursos naturales.

Mientras tanto, el Rey de España, quien salía del hospital luego de golpearse cazando elefantes en África dijo: "Perdón, pido disculpas... no volverá a pasar". Fue unas disculpas muy general, quizás al elefante, o a los grupos ecologistas, a los desocupados de España, o mismo a la Argentina que...

"¡Basta! ¡Porqué no te callas!"  -Bueno, Carlos... no te enojes...

(A la memoria del Gral. Mosconi, a los anarquistas colgados en la pared del gobernador de Chubut, a los gatos del gobernador, a los celíacos caídos en la lucha contra el gluten, a Cristóbal Colón, al cura calcinado ayudando al Gral. Mosconi, a mi tía Thelma que hoy se recibe de Licenciada en Astronomía y Electricista matriculada)