Satanización de un sistema político y económico peronista que supuestamente heredaba al nuevo gobierno solo desorden y caos para legitimar decisiones contrapuestas a los años de justicialismo.
Devaluación de la moneda que perjudicaba a las clases trabajadoras y al equilibrio que tenía este sector en la distribución nacional de la riqueza.
Beneficios crediticios e impositivos a los sectores del agro inclinando el peso de la balanza de los sectores industriales nacionales a los agropecuarios.
Apertura de importaciones que también golpeaba a los sectores industriales.
Búsqueda de préstamos a organizaciones multilaterales de crédito como el Club de París iniciando una nueva era en el endeudamiento nacional en contraposición al peronismo, que en 1949 se había desendeudado de forma plena, adquiriendo un crédito bilateral en 1953, pero quedando con una balanza crediticia favorable hacia nuestro país, como una nación acreedora
Silenciamiento de las voces opositoras, control salarial y despidos.
Priorización de una orientación política y comercial hacia EEUU y las potencias Europeas occidentales en detrimento a los lazos bilaterales y las relaciones con la región sudamericana
Extinción de programas de promoción industrial.
Mauricio Macri asume en Diciembre de 2015 de forma diferente a la del General Aramburu. No asumió arriba de un tanque de guerra sino mediante el voto popular y no ha fusilado a nadie (esperemos que así siga) pero ha tomado decisiones similares con su brutal devaluación (llamada "sinceramiento"), despidos de empleados públicos, achicamiento del estado, quita de subsidios, cierre de programas de fomento social o control de las futuras paritarias. Estas medidas fueron tomadas para controlar la inflación y permitir la baja impositiva y de retenciones a los sectores empresariales agrícolas logrando así un desplazamiento del capital al sector empresarial y banquero en detrimento de la clase trabajadora.
El peronismo kirchnerista no logró los niveles de igualdad de 1946 a 1955, pero sí dejó un país con un gran nivel de desendeudamiento y una baja desocupación. El gobierno de Mauricio Macri, en un mes de gobierno, ha llevado a la nación con un crecimiento de la inflación a niveles no vividos desde 2002 y para controlarlo busca nuevos créditos con el Fondo Monetario Internacional y otras organizaciones multilaterales cuyas recetas, mas sofisticadas ahora, no difieren demasiado de las llevadas a cabo entre 1956 y 1958.
Desde el punto de vista político la infinidad de decretos, que nada tienen de urgentes y necesarios, se dedicaron a anular leyes democraticamente votadas como la ley de Medios, elegir unilateralmente jueces de la corte suprema de justicia, la extinción del organismo de aplicación de la ley de medios llamado AFSCA, reprimir a las manifestaciones como los despedidos de la empresa "Cresta Roja" y municipales de la Plata, o detener a una militante social Jujeña Milagro Sala por el hecho de acampar en una plaza pública.
Aunque el nuevo partido político de derecha llamado "Cambiemos" se define como neodesarrollista, nada tiene de aquellos ideales desarrollistas que primaban la posición estatal por sobre la participación del capital (aunque en la práctica no lo hayan aplicado totalmente) y parece que el único plan de gobierno para detener la inflación (generada mas por sus promesas de liberar el llamado "cepo cambiario", devaluar la moneda, quita de subsidios o el fin de las retenciones al campo que permite la exportación de granos encareciendo la canasta alimenticia) es obtener créditos externos y capitales que se verían atraídos por un disciplinamiento de las clases obreras en lo que llaman "shock de inversión".
Y en ambos casos, el del General Aramburu y en el de Mauricio Macri, se usa la herencia recibida como causal de tales decisiones. En ambas situaciones exageradas, pues aunque ambas Argentinas tenian algunas deficiencias, algunas derivadas de la crisis internacional de los precios de materias primas, altos precios de insumos, inflación y otros por errores propios de implementación de políticas económicas, no era cierto el nivel de descontrol vividos en las dos situaciones como, por ejemplo, la supuesta inexistencia de fondos en el banco Central y la posterior "sorpresiva" evidencia de que había 25 mil millones de dólares mas los vilipendiados swap Chinos que finalmente fueron usados por el gobierno actual.
Estas políticas han dado resultados a corto plazo o ni siquiera eso. En el caso de Mauricio Macri es probable que el ingreso de capitales oxigene por algún tiempo su política económica. Pero tanto en el contexto actual (como en Grecia, España, Brasil en los últimos años, por decir algunos), como en la Argentina de los ´90 a 2003, a corto o mediano plazo estas políticas generan conflictividad, pobreza y explosión social.
Podrán tener muchas diferencias,en especial lo que respecta al término democracia y dictadura (dato no poco importante), y como dijimos aún este gobierno no tiene fusilados como en la masacre de José León Suarez de 1956. Pero como se van pareciendo en algunas cosas es innegable.