miércoles, 21 de abril de 2010

Akenatón y su adicción a la Faraonstation



Aproximadamente en el 1470 Antes de Cristo, el faraón Neferjeperura Amenhotep de Egipto, decidió implantar el monoteísmo religioso en el imperio. Resultado de ello se produjo un cisma moral y religioso nunca visto y que irradió ideologías totalmente nuevas que se ampliaron por todo medio oriente y Egipto modificando así la concepción y percepción cultural de los pueblos acostumbrados a adorar a distintas divinidades, en su gran mayoría míticas y antropomorfas, que convivían en un mundo sobrenatural y a la vez terrenal.
Sin embargo, pocos conocen las causas por la cual Amenhotep decidió tomar una medida tan tajante en lo que respecta a materia religiosa, aún teniendo en cuenta que su poder político se encontraba cimentado por las estructuras ideológicas que contenían su legitimidad. Pero he aquí la respuesta.
El joven Amenhotep era un adicto a los juegos. Aunque estaba cansado de jugar a los juegos tradicionales basados en fantásticas guerras simbólicas, ajedrez con seres vivos (donde los judíos cumplian el rol de peones) o las cacerías interminables y rutinarias. Por lo tanto, el joven príncipe ideó un sistema de juegos de video realizado a base de arena compactada, cañas del Nilo, pantalla de cobre y oro puro unidos a un joystick hecho de piedras preciosas, diseñando un aparato mecánico-hipnótico por el cual podía dirigir a momias resucitadas que podían actuar en diversos juegos que él mismo eligiera.
Sin embargo, la única forma de dirigir a sus momias llamadas desde el inframundo era a traves de energía solar. Como las múltiples deidades hacían que la distribución de energía fuera muy amplia y el juego se colgara en varias ocasiones, cuando el príncipe llegó a faraón decidió adorar solo al Dios Sol, Atón, y él mismo se modificó el nombre a Akenatón.
Es así que comenzó a organizar grandes torneos de "FaraonStation", al punto que firmó un pacto de no agresión con sus enemigos hititas, nubios, pueblos del mar e hicsos para concentrar sus fuerzas en ganar el campeonato de videosjuegos organizado por él llamado "Atón Eleven".
En una ocasión, Nefertiti, su mujer, se vio obligada a acudir a los sacerdotes imperiales para que obliguen al rebelde Rey a darle un poco de atención, debido a que luego de jugar el faraón tomaba vino, cerveza de malta importada de Babilonia y pizza de fugazzeta con sus compañeros de juego esperando el turno para volver a deleitarse con las artes lúdicas.
Los sacerdotes se presentaron ante el Emperador instando a abandonar sus actitudes, consideradas infantiles, pero el gobernador se negó a prestarle importancia a los reclamos. Pero en una tarde de Domingo el Rey quedó, de repente, casi ciego de tanto jugar frente al febo coloso celestial.
Es así que su adoración al sol se intensificó aún mas, dado que el sol era el único medio que le posibilitaba caminar contemplando algo de la realidad visual. Hasta que privado de su observación, fue empujado por un enviado de los sacerdotes a un foso donde estaban construyendo una pequeña pirámide y se desnucó.
Su hijo, Tutankamón, quiso seguir los pasos de su padre, pero los sacerdotes imperiales le sacaron la FaraonStation y el pequeño Tutankamón falleció de adolescente de tristeza y soledad sin poder llegar al record tan deseado desde temprana edad.
Cuando su momia fue descubierta por Howard Carter en 1923, le tuvieron que desenredar los dedos dado que sufría una grave deformidad en sus miembros superiores producto del vicio hereditario provocados por los juegos de video.
Pero lo mas inquietante fueron las leyendas escritas en los jeroglíficos, que fueron traducidos gracias a la visualización del modelo de la "Piedra Rosetta". Ellas expresaban una maldición a quienes profanaran la tumba.
Es así como todos los obreros que trabajaron en la tumba de Tutankamón, como tambien el financista Lord Carnavorn, se encerraron a jugar a la "FaraonStation" mueriendo de total desnutrición luego de largas horas frente a los video juegos.
Howard Carter sobrevivió, dado que siempre perdía y debido a ello decidió retirarse a tiempo antes de verse subyugado por la atracción de tan extraña adicción. Adicción que aún hoy contemplamos, como eterna condena, como divina fatalidad.

El Asadito Ruso



Primavera rusa, el clima esta ideal para hacer una reunión. Hace dos días que no cae nieve y la temperatura es agradable: 06° centígrados al sol. Las estepas de Ucrania son lugares ideales para hacer un asado, salvo cuando hay mucho viento.
Pedro, apodado el Grande, ha invitado a Iván, apodado el terrible, a la comidita que está preparando en el patio de su casa quinta. Esta contento porque ha vencido a los suecos en Poltava, ha controlado a los boyardos (señores nobles propietarios de grandes extensiones de tierras feudales) y a la iglesia ortodoxa, y ha derrotado a los Streltsi (cuerpo paramilitar formado hace años por Iván) quienes intentaban derrocarlos para poner a su hermana Sofía en el trono.
Iván llega vestido con las mejores indumentarias y pieles de visón siberiano en su carruaje tirado por grandes caballos. Llega escuchando una pesada música New Wave del Punk ucraniano.
Pedro: Iván! Que alegría verte... pero... no te has afeitado como te avisé? Estamos en tiempos modernos, la barba pasó de moda y estamos en directo contacto con las grandes figuras del poder occidental... Además lo prohibí definitivamente.
Iván: estás loco! La barba no me la saco. Es el signo de la identidad rusa. No me voy a cortar los bigotes en tono "gay". Te pegó la salida de closet de Ricky Martin, balinazo?
Pedro: No Iván... estoy importando lo mejor de la idiosincracia de Europa Occidental, la cultura, la industria y la estética, signos de avance y modernidad...
Iván: para, para, para... Me estas diciendo que en vez de alentar al Dínamo de Moscú vos preferis ir a la platea del Bayern Munich!? Dejame pasar, maricón... espero que haya buen vino y que el asado no esté crudo.
-Pedro se pone serio, pero lo invita a sentarse en la mesa. Le sirve un buen vino italiano y le ofrece las primeras "achuras".
Iván: Qué vino es este!? Carajo, no tenes vodka!? Estamos todos locos! Este vino de mierda me das... pedazo de trolo! Y salí vos gato de mierda...! (patea al gato, recuerdos de sus lanzamientos de felinos desde la cúpula de kremlin).
Pedro: probalo, probalo... vas a ver que es un viaje de ida.
-Iván degusta... sus expresiones iniciales son de duda, pero luego pide que le sirva mas con gesto adusto-
Pedro: te gustó, viste...
Iván: cayate putazo y serví... Y vos en que andas? Me dijeron que dejaste a tu mina y te casaste con una polaca, una finlandesa o algo así, que andas pegandole a tu hijo... Te pusiste nervioso?
Pedro: si vos también le diste palazos a tus hijos? No te acordas...? La traición no se perdona, mi pibe andaba haciendo pactos oscuros con austriacos, suecos y boyardos. Lo metí en el calabozo.
-Iván ya lleva ingerida su cuarta copa que bebía directamente casi sin degustar-
Iván: hay que matarlos a todos... vivimos infancias infelices pero engrandecimos a Rusia... Esos nobles llenos de plata, hijos de puta... Y los pibes, con esos peinados Flogger, se hacen los glam... Les voy a dar con este sable!
-Iván cae de la mesa por la borrachera, pero se logra poner en pié con ayuda de Pedro. Previamente tira la ensalada, la cual estaba prolijamente preparada-
Pedro: llegó el asado!! Vacío? Costilla?
Iván: ta´ bueno... sos medio putazo pero cocinas bien. No te cansas de ser tan afeminado? Alcanzame la sal... Ponela en la mesa! No ves que si me la das de mano en mano es mala suerte!? Tenes menos calle que Venecia, gilazo... Andá, fundaste San Petesburgo para traer homosexuales como vos!? Yo combatí solo contra todos, contra los tártaros, contra los cosacos, contra los polacos, contra los boyardos, contra mi familia, contra...
-De repente, interrumpidos los excesos verbales de Iván que ya se estaba poniendo pesado y nostálgico, se escucha que llaman a la puerta: "Don... me alcanza la pelota...?"
Pedro: pequeño Pugashev... porque no te dejas de joder con la pelota? Sos un siervo rotoso, anda a jugar con piedras, tártaro!
Iván: dejame que le pincho la pelota...! (saca una daga del bolsillo y le destruye el balón). Tomatela pendejo...! No me arruines el asado, zurdo, comunista!
Joven Pugashev: ustedes van a ver... la van a pagar (sale corriendo tirando piedras junto a un tal Lenin, Trostky y Stalin)
Pedro: corran, corran...guachos! Son todos chorritos, hay que prenderlos fuego... son las ruinas de la sociedad.
Uuuuh! El asado! Pegale un sifonazo de soda, Iván! Despacito... -sifonazo muy fuerte de Iván-
Pedro: nooo... mojaste todo el asado! Que viejo borracho que sos... ya estás gagá, eh... Bueno comemos lo que hay, ya tengo fiaca para hacer todo de nuevo.

Así se arruinó la reunión que terminó apaciblemente cuando Iván se quedó dormido mezclando vodka con la quinta botella de vino italiano importado a mercaderes genoveses en las costas del Mar Negro. Sin embargo, mientras dormían la siesta, Pugashev le prendió fuego al carruaje de Iván. Así son los asados en Rusia.