martes, 9 de febrero de 2010

Alejandro Magno, el Rey Darío y los Okupas



En una oscura noche de tormenta en las costas de la ciudad de Tiro, el joven Alejandro (apodado "Magno"), su novia bactriana llamada Roxana y sus amigos griegos y macedonios, okupan una casa desahabitada. Armados con una pinza cortan el nudo gordiano que cerraba el portón principal e ingresan a la residencia dispuestos a habitarla rodeando a sus paredes del arte helénico tan conocido en el mundo supuestamente civilizado.
Darío, el vecino, que luego de ingerir gran cantidad de vino en damajuana en el cumpleaños de su mujer, no había escuchado nada por la noche. Pero al salir a comprar el diario en la mañana se encontró la casa lindera a la suya "okupada" con una bandera de Grecia y Macedonia en las ventanas. Música de Emir Kusturica sonaba a máxima potencia en ese amanecer antiguamente apacible, generando indignación en el barrio -una señora barría la vereda mientras comentaba con otra señora con su bolsa de compras marcándole el brazo, los excesos que cometían estos jóvenes venidos del Mar Egeo-.
Darío, llama a sus familiares y también a sus allegados, como Menmón de Rodas, quien se había peleado con Alejandro en un bar de Gránico en Turquía y tenía ganas de vengarse. Antes, Darío llamó a la policía, pero los trámites burocráticos en la justicia para desalojar a los "okupas" helénicos no hicieron mas que fomentar la intención de hacer justicia por mano propia.
Darío se acerca a la casa, acompañado por sus forzudos sátrapas amigos y su familia detrás:
Darío: muchachos... esa es la casa de un vecino que se fue de esquiar al monte Ararat... Les ordeno que se vayan! Ustedes no son del barrio y no serán bienvenidos!
Alejandro saca la cabeza por la ventana. Semidesnudo y con una corbata en la cabeza, escuchando música heavy metal, expresa un "fuck you" con el dedo mayor. Menmon de Rodas se enfurece y comienza a lanzar piedras a los "okupas", que responden tirando botellas de cerveza vacías mediante catapultas de la marca "Olimpo" mientras el caballo de Alejandro, Bucéfalo, se ríe totalmente ebrio tratando de sostenerse defectuosamente en sus cuatro patas.
Dario habla nuevamente:
-"Alejandro! De nada te sirvió la educación aristotélica!? Tenes el mismo carácter de tu viejo, Filipo! No vas a lograr nada, te vamos rajar como hicimos con tus descendientes en las Termópilas!"
Alejandro (le pregunta a sus amigos): "muchachos, que quiere decir el viejo este?"
Filotas, amigo de Alejandro: "no te acordas de la película 300...? La vimos la vez pasada... la de los trescientos locos que se enfrentan a miles de persas hace unos años..."
Alejandro: "Ahora sí... Mirad, Persa! -lanzan estatuitas de la Venus y luego muestran sus blancas partes traseras al barrio entero-

Acto seguido los vecinos se congregan enfrente de la casa y los pibes se deciden a salir de la casa a enfrentarse contra todos. Llaman a mas amigos "okupas" por celular y estos llegan de forma casi inmediata. Los hóplitas griegos y los amigos de Darío se enfrentan a golpes de puño, piedras y palos.
Sin embargo, la lucha concluye cuando Darío y Alejandro ven innecesario el enfrenamiento y deciden dialogar. Luego de confraternizar y apaciguar rencores, vasos de whisky mediante, ambos reyes comienzan a limar asperezas y hasta deciden viajar juntos a Babilonia, donde entre los jardines colgantes planean dominar al mundo conocido, en la sobremesa de un asado que no le faltó siquiera chinchulines, mollejas y ubre de cordero.
Sin embargo, los amigos de Darío: Besos, Barsaentes y Nabarzanes estafan a su Rey robándole dinero de la caja de las sucursales de venta de camellos que tenía en la Ciudad de Susa y Darío entra en bancarrota. Alejandro, le ofrece su ayuda monetaria y con lo que reune de los intereses del crédito ofrecido al Rey de Persia, se compra la casa ocupada y no solo eso, se compra todas las casas del imperio persa finalizando su carrera como Gobernador de los territorios.
Alejandro, contemplando que Darío se había quedado sin trabajo, le ofreció "laburo" de chofer y gracias a él llegó hasta las nacientes del río Indo donde compró mas casas, un rumiante llamado Yack y una colección de brazos de Vishnú, mientras viajaba por el resto del mundo filmando un programa de TV de turismo que se vendió por todas las cadenas de televisión con gran éxito mostrando Grecia, Egipto, La India, Persia, Fenicia y muchos lugares mas. Hasta que un día de calor agobiante, Alejandro, se quiso lanzar de un noveno piso a un pileta y se desnucó en el intento. Fue el fin del Imperio pero el principio de la Helenización.

3 comentarios: