sábado, 28 de mayo de 2011

CAÍDA DE GALIA



En el año 51 A.C., las fuerzas Romanas Nazis de Julio César derrotaban a las fuerzas Galas de Vercingetórix. Aprovechando las disidencias internas en el mundo Galo, entre los que presionaban por un gobierno comunista, socialdemócrata, capitalista o fascista, César invadió primero el territorio Helvecio y luego, con maniobras Blitzkrieg, anexó el territorio Galo iniciando una matanza pocas veces vista en la historia.

Julio César había ascendido al poder por elección del senado Romano y compartía dicho poder con Hernst Rohm y Rudolf Hess en un triunvirato. El poder se le había delegado pues su idea de lucha por la superioridad de la raza latina frente a los "comunistas bárbaros" pondría un freno al avance del mismo. Todavía quedaban recuerdos poco gratos de viejas invasiones realizadas por los Galos, invasiones que luego fueron contenidas por la unificación de Roma, la concesión de ciudadanía a los peninsulares Itálicos y su inclusión al ejército a manos de Lucio Cornelio Sila, eliminando con ello el carácter aristocrático de las fuerzas armadas y tornándolo mas popular pero organizado. El ejército se transformó así en una herramienta fundamental de ascenso en la escala social.

Con estratagemas y tácticas realizadas para aprovechar el divisionismo tribal, Julio César, con un ejército mas pequeño que el galo (inclusive mas débil tecnologicamente), fue erosionando la estructura social y política de los "Bárbaros". Dicho divisionismo fue fatal a la hora de contener a las eficientes tropas romanas que anexaron sus regiones y se concentraron en la matanza de millones de pobladores, su esclavización y en el pillaje de la región.

Así fue que los Galos de Vercingetórix fueron derrotados en Sedán y se vieron obligados a rendirse ante César en el mismo vagón de tren donde el Galo Breno había cobrado extraordinarios montos de tributo a Roma para no destruirla allá por el siglo IV Antes de Cristo. Aún se recordaba la famosa frase amenazante de Breno: "Ay de los vencidos" -"Vae Victis!"- cuando Roma puso reparos a la forma de pago de dicho tributo. Este alto tributo dio origen a una gran crisis económica y política en Roma que redundó en la militarización y al crecimiento del nazismo, en parte, causado por el deseo de venganza.

Julio César intentó en vano conquistar Britania, pero por su dura resistencia volvió a la Ciudad de Roma con Vercingetórix prisionero. Pronto solicitó el poder total. En la llamada "Noche de los cuchillos largos" asesinó al triunviro Ernst Rohm, que se había refugiado con sus tropas de las S.A., y dominó el escenario político romano luego de una corta guerra civil.

Aunque sus intenciones de transformarse en emperador fueron detenidas por Hermann Göring quien se ocultó detrás de un cortinado en una asamblea en el Reichstag y le dió muerte con una daga. Herman deseaba pactar con los republicanos y tomar el poder de Roma. Las últimas palabras de Julio César fueron: "¿Tú también, Bruto...?" (evidentemente no le tenía mucha estima a su regordete, bizarro y pintoresco alfil).

Siglos después Galia se liberaría de Roma, mientras los "bárbaros" comunistas saqueaban Roma en el 476 D.C y colocaban una muralla para dividir a comunistas y anticomunistas. Un joven Clodoveo -heredero de Meroveo-, quien había financiado a la resistencia Partisana y Maquí en los bosques galos, dio un discurso radiofónico a todo su pueblo dando inicio a Reino de los Francos que solo sería derribado luego del "Mayo Franco", una revuelta estudiantil y obrera que solicitaba el fin de la servidumbre, la esclavitud y el feudalismo. A pesar de estos reclamos populares, Carlomagno tomó el control del Sacro Imperio Romano Germánico intensificándose a su muerte el Señorío y la estructura Feudal de la sociedad europea.

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