INDIGNADOS DE MAYO

Y los españoles se indignaron una vez mas. Harto de Manuel Godoy y Rodríguez Zapatero, que firmaron la farsa de Bayona para entregar el poder real a los franceses y los intereses del FMI junto a la Unión Europea, el pueblo salió a las calles a reclamar. Solicitan una república, una democracia real, una nueva junta de Cádiz.
Carlos IV, Fernando VII, Aznar y Zapatero se prestaron a los juegos extranjeros, a la especulación financiera sobre la actividad inmobiliaria, a las guerras foráneas en el Mediterráneo y Medio Oriente que solo acrecentaron el gasto público en favor de las inversiones de George Bush y Napoleón Bonaparte, y por ello hoy miles de personas se reunen en las plazas de las ciudades de España para pedir reformas económicas y políticas profundas. La resistencia visigoda se enfrenta a Roma y a Carlomagno marchando sin temor. Los clarines de Roncesvalles dan lugar a una movilización masiva pero sin armamentos mas que la voz de los militantes.
Existen esas razones Económicas: Porque la inversión recayó sobre el crecimiento de los préstamos hipotecarios de baja calidad y no sobre el crecimiento industrial. Tras la crisis devino la depresión y, por consiguiente, la desocupación y la pobreza. Nuevamente la crisis la pagan los siervos, los artesanos y el trabajador industrial.
Políticas: Porque el que generó esta crisis fue una clase política coaligada con los grandes empresarios, los comerciantes mercantilistas y la aristocracia feudal que se beneficiaron de las relaciones conyugales con una Unión Europea y proteccionismo napoleónico que ahora hace pagar los platos rotos a sus vecinos más débiles: Portugal, Grecia y España. La participación de la base moviizada hace temer a los gobernantes y monarcas, dado que la legitimidad de su poder político se pone lentamente en duda y nadie sabe si terminarán como aquella revolución del Cairo, con su pueblo elevando el cráneo degollado del Emperador Luis XVI Mubarak.
Las fuerzas napoleónicas ya enviaron a sus ejércitos. Un grupo de selectos economistas que recomendaron recortes en el gasto público y reducción de los beneficios fundamentales de la clase trabajadora. También están los "afrancesados", esos personajes que dicen que la movilización está organizada por grupos de extrema izquierda violenta ligados a la ETA, a los anarquistas de Durriti y el CNT o la guerrilla rural Juan Martín Díez, para deslegitimar, de alguna manera, la importancia de la unión popular. Sin embargo, el "empecinado" pueblo español resiste, a pesar de la prohibición, en las calles hispanas.
Esa España que parecía estar fría y helada bajo los hilos guiados por las potencias hegemónicas de Europa, se indigna contra los imperios aunque en algún momento formaron parte de él. La población y sus bases se indignan, rompen los muros invisibles, los condicionamientos y las determinaciones para transitar hacia caminos nuevos. Como en aquel siglo XIX, como otras tantas veces en el siglo XX, y nuevamente en el tercer milenio. Ese pueblo siempre tiene un plus de energía escondido debajo de su aparente imagen estática, poniendo en duda los conceptos políticos, económicos y filosóficos de su sociedad y trasgrediendo los límites que imponen los significados de las palabras y el idioma.
Otra vez España le muestra un camino a Europa y, tal vez, exista algo mas importante que un estado pueda conquistar al mundo entero. Sino que el pueblo puede conquistar ese mundo. Y si todo queda en la nada o en poco, si reflorece la reacción, bien vale el intento... seguramente mañana lo volverán a intentar y el grito de "Alerta España" se escuchará como una canción de cambio y, porque no, de verdadera revolución.
Y que ninguna nación "escupa hacia arriba", ni siquiera Argentina, por sus méritos o sus logros en este contexto, pues aunque Napoleón venza una batalla mas o Roma sobreviva un día, tal vez el capitalismo, el colonialismo y el imperialismo estén agonizando y muriendo lentamente. Quizás renazcan nuevos Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Miranda, Morelos, Monteagudo o Castelli, renovados Cabildos Abiertos e Indignados latinoamericanos.