Como una danza o una dinámica industrial, cualquier movimiento social que ponga en algún tipo de peligro el orden económico e institucional, es respondido con represión. Puede haber mas o menos muertos, se producirá con mayor o menor violencia, pueden causarse muchos o pocos heridos o detenidos, pero la reacción siempre será la misma.
Eso sucede en las plazas de los "Indignados" Españoles. Ante los levantamientos de Mayo, Napoleón Bonaparte (líder de Francia, el FMI y el EURO Imperial) instó a "Pepe" Rodríguez Zapatero a la represión de los focos rebeldes.
La causa que adujo el gobierno fue que necesitaba realizar la limpieza del lugar y dicha limpieza incluía a los protestantes en la zona. Parte de la razón de esta "limpieza" es que mañana la nación espera que sus gladiadores hispanos derroten a sus pares Celtas, Britanos y Pictos en la arena del Coliseo y así los gritos de alegría temporal superen a las efervescentes expresiones de cambio político/económico.
Mientras tanto, "Pepe" Rodríguez Zapatero contempla como pierde regiones en España a manos de los rebeldes. Lo mas llamativo es que en medio de rebeliones populares, los que ganan terreno son los monarquistas Fernandistas o rebeldes moderados, que presionan por la caída de "Pepe" Rodríguez Zapatero pero pujan por una restauración del orden absolutista. ¡La derecha y la centro-derecha, herederos de Rajoy y Aznar, también pide cambios profundos! Quizás quieran ver que hay mas abajo de la olla...
Pero el daño estructural de España no es un invento del PSOE solamente, deriva de años de especulación iniciada en los años noventa y acrecentada en el siglo XXI. Sin embargo, los mismos espejos de colores que Colón entregó a los pueblos originarios de América en 1492 están ahora a la venta en la política hispana. Será el buen criterio del electorado y la población española ir diseñando reformas profundas, limitadas, controladas o caer en la extrema derecha que proponen algunas corrientes europeas.
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