jueves, 13 de enero de 2011

El Pequeño Gran Hermano



En una casa española de 1812 conviven veinte personas. Son filmadas las veinticuatro horas del día para un programa de Televisión que se llama "El Pequeño Gran Hermano". Los participantes se van eliminando uno a uno mutuamente y por el voto de los espectadores. Cada semana el programa de TV tiene un participante menos y los días corren dentro de la casa como también el fastidio y la desmotivación para alcanzar el premio final (los ingresos de las colonias americanas y las rentas de la producción y el comercio nacional).
Una persona entra al confesionario, un recinto privado donde los participantes votan a los que quieren que se vayan de la casa y también para desahogar sus penas:
Gran Hermano (Voz en off): "Hola, José Bonaparte... ¿Sobre qué tema quieres hablar conmigo?
Pequeño hermano, José Bonaparte: "Hola, Napoleón..."
Gran Hermano: "¿Cómo adivinaste que soy yo si pongo voz de locutor?"
José Bonaparte: "No tendría sentido que te explique. Te quería decir que no me gusta esta casa española. No quiero ser más el Rey de España. Estoy agobiado de deudas, vivo alcoholizado para escapar de la realidad, mis soldados leales son asediados por grupos guerrilleros hispanos y tambien son acosados por sus soldados formales, desconfío de mis aliados españoles "afrancesados", los ingleses desembarcaron en la península y las colonias americanas de España no me reconocen como Rey legítimo. Me quiero volver... No doy más. Quiero un principado en el sur de Italia o en los Países bajos, algo tranquilo".
Gran Hermano: "Sabes que eso es imposible. Si te vas de la casa perderíamos un bastión importante en nuestro bloqueo comercial a Inglaterra. Además tengo que atacar a Rusia porque incumple con el bloqueo y te necesito a mis espaldas"
José Bonaparte: "Estás siendo muy ambicioso, Napoleón... El que mucho abarca poco aprieta. Vas a terminar mal, cómo Anibal de Cártago o el imperio Romano en decadencia..."
Gran Hermano: "Nuestros ejércitos son invencibles. La legitimidad de los imperios tradicionales se tambalean con nuestras ideas revolucionarias y la gente se une a nuestra lucha"
José Bonaparte: "No veo eso en España, estoy cada vez mas solo. Y Rusia es muy grande, tené cuidado. Pero bueno... si no podes hacer nada... Mi voto va para el Mariscal Pierre Antonie Dupont. Su derrota contra los españoles en Bailén es imperdonable".

José Bonaparte sale de la habitación, del confesionario. Lo observan con detenimiento El Mariscal frances Ney, el General español Castaños, en Mariscal inglés Wellesley, Carlos IV, la Reina y el Rey Fernando VII de España, con su ministro Manuel Godoy, el guerrillero Juan Martín Díez ("El empecinado"), los "afrancesados" y el resto de la casa.
Acto seguido todos se sientan alrededor de la TV para escuchar el escrutinio, la elección de los individuos que se irán de la casa. El conductor del programa anunciará, con previo misterio, los nombres de las personas que saldrán de la residencia por la elección de la gente:
Conductor: "Señoras y señores... los que se van de la casa son...!!! ¡El Mariscal Ney y José Bonaparte!"
-Ney está muy enojado pero José Bonaparte realiza una vuelta olímpica por la casa cantando la "Marsellesa". Sale rápidamente con su valija y saluda a toda su familia que lo espera en la salidad, menos Napoleón, el cual se había ausentado para realizar la desastrosa campaña a Rusia.
Así terminaron los días de José Bonaparte en la casa del "Pequeño Gran Hermano" español. Ahora los hispanos deberían decidir su destino... aunque prontamente los mas conservadores monarquistas se enfrentaron a los republicanos reformistas.
José Bonaparte observó el final de la historia desde su exilio, a través de una TV con pantalla plana en su residencia en EEUU.

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