jueves, 13 de enero de 2011

La Liga de la Injusticia



En la década del ´90 del siglo XX se conformó la "Liga de la Injusticia Europea". Una liga que añoraba los tiempos de unidad y poder imperial de la Antigua Roma para seguir liderando la economía y la política del mundo conocido.
Los "Superamigos" eran cuatro personajes superpoderosos conocidos por enfrentarse entre sí durante cientos de años: Francia, Inglaterra, Italia y Alemania. Luego de combatir unos con otros hasta casi destruirse, recibieron la ayuda de EEUU quien necesitaba de ellos para combatir al "Capitán Frío" (la URSS).
Caído el "Capitán Frío" por el peso de su propia estructura burocrática, los superamigos pensaron que no solo EEUU crecía sino también la competencia del Lejano Oriente. Entonces decidieron coaligarse en una liga. Una liga con un arma indestructible: el euro. Inglaterra, muy amigo de EEUU, intervino de forma tímida en esta liga; pero Italia y, principalmente, Francia y Alemania le pusieron mayor énfasis a la creación de este grupo. Invitaron a unirse a pequeños compañeros a los que le vendería parte de sus "Superpoderes" para competir con sus archi-rivales externos. España, Portugal, Grecia, Irlanda y muchos otros se unieron a la "Liga de la Injusticia" y gracias a las metodología del Fondo Monetario Internacional consolidaron una moneda fuerte en reemplazo de las locales ya existentes.
Pero un día la economía global cayó luego de la burbuja inmobiliaria y Alemania y Francia encontraron que sus pequeños aliados sufrían las peores consecuencia de la crisis. Ambos, resueltos a sostener el sistema, decidieron pedir la devolución de sus superpoderes a sus débiles socios. Estos últimos habían creído que con el Euro volarían, congelarían y derretirían al mundo entero y lo pondrían nuevamente bajo sus pies, pero en realidad eran magias de poco valor y de la galera salían conejos que iban a parar a los tesoros de Francia y Alemania.
Tal es así, que con la crisis de Grecia e Irlanda, y en medio de una recesión española y portuguesa, el F.M.I. puso en venta "El Salón de la Injusticia". En este contexto "Alfred" era despedido de sus tareas de mayordomo, "Thor" se veía obligado a vender su martillo que usaba en el esplendor de la construcción, se vendía Kriptonita del Ruhr en el mercado negro, "Clark Kent" era contratado para sacar fotos de casamientos, Batman y el Hombre Araña animaban fiestas infantiles, La Mujer Maravilla bailaba en un caño de un cabaret de París y Robin se veía obligado a prostituirse como Taxi-Boy en las calles de Ibiza para llegar a fin de mes.
Por el Salón llovieron ofertas... El Guasón, con una sonrisa maquiavélica ofrecía bonos de la deuda externa griega, El Acertijo, vendiendo dudas sobre el sistema económico imperante ofrecía algunos cheques de poca fiabilidad y el Pingüino, evidenciando el ingreso a un invierno eterno, ofertaba dinero contraído del contrabando de química nuclear rusa al mercado de armas. Dominique Strauss-Kahn, Director del F.M.I., Van Rampuy del Consejo Europeo, Jerzy Buzek del parlamento Europeo, solo esperan al mejor postor para vender "El salón de la Injustica" y terminar así con la Liga.
Otros superhéroes y archivillanos de América, África y Asia contemplan el desarrollo de la venta y construyen sus muros para sostener la onda expansiva que pueda generar una posible implosión de la estructura.
La población europea que ya vive en carne propia las consecuencias de las malas medidas económicas, la especulación y los recortes presupuestarios... ya no cree en los superhéroes, dado que ya hace tiempo que superhéroes y villanos se han mezclado, se deshicieron de sus máscaras y han dejado ver su verdadera identidad.

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