CRISIS EN EL MUNDO HELENICO

Hartos de los dictados de la opresión de imperialismo persa, el pueblo griego se rebela ante el Gran Jerjes. Se forman asambleas democráticas en las calles de Atenas, Tebas, Esparta y todas las ciudades helénicas creándose ejércitos listos para enfrentar al gran emperador oriental en una alianza peligrosa por enemistades internas pero decidida a luchar.
Grecia se encuentra quebrada frente a la presión de los pesados tributos que debe ofrecer a los imperialistas persas, superando las deudas al líquido monetario y a los activos que poseen las ciudades. Los supuestos grandes sabios de la economía y filosofía helénica y persa solicitan que se ajusten y recorten los gastos del presupuesto anual de las ciudades para así cumplir los tributos, de lo contrario, las fuerzas armadas persas conquistarán sus tierras.
Minúsculas fuerzas espartanas, habituados a la guerra, resisten en Termópilas, falleciendo todos sus soldados en el combate a los fines de dar tiempo al ejército griego a organizar la lucha. El espacio temporal suficiente para que las fuerzas armadas griegas se organicen y movilicen para derrotar al imperialismo persa en Maratón y Platea.
El Rey Jerjes retrocede y al parecer no podrá jamás conquistar las tierras griegas pero, sin embargo, comienzan los recelos internos entre las ciudades rivales que concluyen en sus propios enfrentamientos entre los aliados de Esparta y la liga de Atenas.
A pesar de ello, toda grecia, luego de un largo debate republicano y democrático acerca de la condición de la división de clases y derechos como ciudadanos se unen para combatir a la opresión, eliminando la diferencias, aboliendo la esclavitud y la explotación de los trabajadres.
Todas las polis de la Antigua Grecia se trasladan hacia el 2010 y bajo la consigna de "que se vayan todos" se suman con pancartas a las manifestaciones, aunando y adaptando sus filosofías a los tiempos modernos, enfrentándose al coloso envejecido y herido de muerte del neoliberalismo que dirigen las potencias occidentales de EEUU, Reino Unido, el F.M.I, y "La Unión de Capitalismos Europeos".
Salen a la calle, se enfrentarán a la policía que envía el aparato represor estatal y seguramente pelearán, caerán, serán derrotados y se volverán a levantar cansados de que los trabajadores paguen los costos del fracaso del sistema, de la ambición ociosa de los empresarios, de la especulación de los bancos, de las entidades financieras internacionales y de la corrupción gubernamental. Intentarán, resistirán, morirán y la vieja urbe volverá herida a su tiempo, con la cicatriz de la lucha que quedará como estigma para un sistema económico decadente que perdió un tiempo único en "las Termópilas del 2010" para recuperar su anticuada supremacía que ya lleva la marca de la extinción visible y segura. Así, una vez mas, Grecia demuestra que su grandeza clásica sigue dando muestras de seguir viva en la conciencia de su pueblo.