sábado, 11 de diciembre de 2010
INMIGRANTES EN ARGENTINA
Incas en el Noroeste, colonos españoles, fusión entre españoles, "indígenas" y criollos, inmigración europea en el siglo XIX y XX, constantes migraciones internas y recepción de inmigrantes de países limítrofes en el siglo XX y XXI. Hablar de xenofobia en Argentina es algo que parece ilógico, sin embargo, existen seres nacionales que olvidan su pasado inmediato, generacional, y se construyen como "seres puros" de estas tierras sin tener en cuenta que la apropiación inicial se dio sobre los pueblos originarios de América desde el siglo XVI.
La Ciudad de Buenos Aires posee un Jefe de Gobierno, votado democráticamente, llamado Mauricio Macri que no recuerda que apenas dos generaciones anteriores a su nacimiento sus familias llegaban de Europa, como tantos otros, escapando de la pobreza y los constantes conflictos del viejo continente. Sin embargo, para él, el problema habitacional se debe a los inmigrantes bolivianos y paraguayos que llegan de a miles "sin control" a la Ciudad de Buenos Aires a buscar un mínimo sustento para sobrevivir.
Mauricio Macri representa a un ideario para nada novedoso en Argentina, es la vieja racionalidad de la visualización del "otro" como aquel ser que rompe con las leyes e "invade" las regiones de los que "pagan los impuestos" y, por lo tanto, no hay que solucionar sus carencias sino reprimirlos, dejarlos al otro lado de la muralla invisible que representa a Avenida General Paz o el Riachuelo y que el municipio porteño y el estado gobierne para aquellos que aportan.
Mauricio no se representa solo a sí mismo o a la clase alta donde nació y creció, sino también a un grupo de clases medias porteñas y argentinas que lo votaron (no todos, por supuesto) y que le temen a ese "otro", a ese "Bárbaro" que se atreve a pedir una vivienda, a instalarse en suelo "Blanco", cuasi Romano, a esas "huestes de Ataúlfos, Alaricos y Atilas mal hablados" que seguramente para ellos planean conformar un aglomerado de delincuencia e inseguridad y que, por lo tanto, hay que reprimir. Hoy estos inmigrantes sudamericanos transmiten "el virus de la delincuencia y la pobreza", como aquellos europeos anarquistas de antaño que transmitían "el virus de la revolución marxista y la violencia".
La identidad de esos sectores sociales se fue construyendo lentamente dentro del marco del miedo clasista a poner en peligro sus propiedades y sus beneficios. El "Bárbaro", que para Sarmiento era el gaucho, el "indio", la autocracia paraguaya de Francisco Solano Lopez, el caudillismo de Facundo Quiroga, hoy es el inmigrante boliviano y paraguayo o el pobre del interior y el villero que es "negro, ignorante, vago y delincuente".
Mauricio... aquel muchacho caucásico, descendiente de inmigrantes, cuya fortuna económica se debe a los grandes negociados de los ´90 que lo involucraron a su padre y a él (hoy en las antípodas políticas por intereses internos como aquellos ambiciosos césares Romanos y aristócratas del extinguido Zarismo Ruso) pide represión, y que el que reprima sea el Gobierno Nacional. Pero no se siente xenófobo, supuestamente posee "amigos" paraguayos y bolivianos que lo apoyan (unos pocos amigos de su clase, por supuesto, que no dudarían en ver caer a Evo Morales en Bolivia o a Lugo en Paraguay y aplaudir).
Por supuesto, la xenofobia y el "enano Fascista" nacional no son males mayoritarios, pero habitan en muchos corazones individuales en todos los sectores sociales dentro de la confusión imaginaria sobre la conformación de una sociedad, desprendiéndose de ellas muchas de las formas de legitimación de algunas de las peores crueldades cometidas por el hombre, como taparse los ojos frente a la masacre de Pueblos originarios a fines del siglo XIX, silenciar los gritos de miles de fusilados campesinos en la Patagonia de 1923 por la oligarquía rural y el ejército, el asesinato de cientos de obreros en las huelgas de 1919 por la policía y miembros parapoliciales de la "Sociedad Patriótica", la constante llamada a los cuarteles para derrocar gobiernos democráticos, la aceptación de un proceso militar asesino como lo fue el de 1976, manifestaciones de apoyo a una incoherente guerra de Malvinas o la "casi indiferencia" que resulta para muchos individuos que se hayan producido 3 muertos en el barrio de Soldati, personas que reclamaban por viviendas y que fueron asesinadas por punteros políticos del macrismo y balas policiales. Errores u omisiones que las mayorías cometen cuando los beneficios de clase, los intereses y el miedo reemplazan a la racionalidad, la memoria y a la conciencia histórica.
Macri es una mas de las corrientes actuales del planeta que en medio de una crisis mundial contemplan que el causante del problema no es el sistema neoliberal que ellos construyeron, la especulación financiera, las ambiciosas empresas corrompidas o los monopolios sino que el causante de todos los problemas es el gasto público que, según ellos, no debe ser dirigido a sostener o lograr beneficios para las clases medias y, principalmente, las bajas y desposeídas, sino a rescatar a los bancos, entidades financieras y empresas privadas. Por lo tanto, para este estilo de personas los recursos no pueden ser destinados a construir hogares, escuelas y hospitales o crear fuentes de empleo.
Un pequeño "Muro de Adriano", aquel que dividía a los considerados Bárbaros Pictos de la actual Escocia y la Romanizada Britania, escinde actualmente los imaginarios nacionales y la conciencia colectiva pero, aún así, la esperanza se centra en que los idearios mas reaccionarios como los indicados lentamente van dejando lugar a los más progresistas y pensantes que buscan la mayor objetividad en el discurso, en el mensaje y en la acción, esencialmente en las nuevas generaciones. Pero las alertas nunca deben olvidarse.
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Muy bueno el escrito, una reflexión excelente sobre la creación de nuestro pais, de nuestros orígenes, de los cuales no deberíamos alejarnos nunca. Aunque sabemos que muchas personas, quizás en el afán de la inconciencia colectiva, derraman pensamientos racistas y clasistas, ideas que en este siglo resultan atemporables e incomprensibles, nos hacen pensar en la vulnerabilidad a la que se enfrenta la sociedad cuando es arrastrada a reflexiones apresuradas y sin contenido que fundamente tales expresiones. Pues entonces es momento de detenerse y no dejarse llevar por las corrientes irracionales que nos llevan al vacío social e intelectual. Si bien los hechos han sido lamentables en todo su contexto, nos permiten ver, dentro de todo su caos, las posturas bien definidas de los diversos actores que hoy juegan un papel fundamental en todo este asunto. Gracias una vez más por tus ideas que nos hacen rememorar el pasado, ver donde estamos situados y permitirnos ver más allá de la locura dialéctica que desborda por estos días. Por último, hoy nos encontramos con posturas bien definidas, está en la conciencia de cada uno ver en que vereda queremos estar y reflexionar acerca de que derechos consideramos fundamentales e innegociables. La xenofobia no es más que la inseguridad en uno mismo y el miedo al verse reflejado en el otro, creyendo que los eslabones sociales están por encima de cualquier derecho, intentando que en cada acto discriminatorio nuestro status sea superado, formando parte cada vez más de un grupo selecto en el cual somos parte de una elite, parte de que me pregunto yo? Parte de un grupo que nos utiliza en su afán de ambición, pero que sin embargo no le tiembla el pulso para oprimirnos a diario.
ResponderEliminarLIMANSH.