sábado, 14 de noviembre de 2009

EL ROSISMO Y EL TRAFICO DE EFEDRINA



Caluroso Febrero de 1835, luego de algunos años de paz, parecía que el país se dirigía definitivamente a la organización nacional tan ansiada por muchos. Sin embargo, un hecho delictivo puso nuevamente al país en peligro de guerra civil.
Un carruaje policial traslada al perito Juan Tuñón, se observa un vallado hecho con ramas para que no ingresen curiosos y dentro de cordón policial una carreta de cuya ventana sale el cráneo sin vida y con el ojo abierto por un balazo de un hombre adulto con barbas crecidas. Era el paraje de Barranca Yaco.

Perito: uh... como se la dieron, le cortaron a carrera... y parece que amacijaron a todos los acompañantes. ¿Qué pasó oficial? ¿Quién era este muchacho? ¿Hay testigos?
Policía (vestido de chiripá y gorro de gaucho azulado): era Don Facundo Quiroga, gobernador de la Rioja. Parece que una partida los interceptó en el camino a Buenos Aires y los asesinó a todos. El único testigo fue un joven de catorce años que se escondió detrás de unos arbustos.
Perito: como se va a poner Juan Manuel... Y que dice el pibe?
Policía: el pibe dice que era una partida de diez gauchos matreros, acostumbrados a robar carruajes en la autopista Córdoba-Rosario y a realizar secuestros expréss en la ciudad. El los conoce a algunos de vista, porque eran punteros políticos del barrio donde vive.
Policía II: (viene caminando aceleradamente con unas bolsas pesadas que sacó del baúl del carruaje): encontramos esto, superior!
Perito (abre una de las bolsas y toma con sus manos unos pequeños sobres, luego prueba el contenido del mismo con su lengua): mirá vos... es clorhidrato de cocaína, y lo que hay en la otra bolsita es efedrina. Sacalo a tu caballo de ahí porque si sigue comiendo lo que quedó tirado en el pasto no paras de cabalgar hasta los ranchos de los Indios Ranqueles...
-Llega otro oficial superior galopando a caballo-
Oficial: como le va, señor. Traigo noticias. Parece que Don Facundo se fue a intermediar en un conflicto entre Salta y Tucumán, pero también tenemos información de que trajo algunos productos del Alto Perú y Salta para vender en la "Rave" del barrio de San Telmo (festival Tecno Candombe Tradicional) y para venderle a barcos holandeses anclados en el puerto de Buenos Aires.
Perito: estaba hasta las manos... de esto se debe enterar el Sr. Rosas.
-Llega "Chasqui" a la residencia de Rosas-
Rosas, gobernador de Buenos Aires: a ver que dice la carta... Nooo! Encarnación! Lo mataron al "Facu". Que macana, pero lo peor es que le habrán incautado toda la mercadería que traía para Buenos Aires. Esto habrá que taparlo, caemos todos...
Anchorena: serenidad sobre todas las cosas. Podemos echarle la culpa a los hermanos Reynafé de Córdoba. Ellos entorpecen constantemente tus negocios en el interior y todos nos van a creer porque se llevaban muy mal con "Facu" por temas políticos. Seguramente habrán enviado a Santos Perez como ejecutor, así que ese será fácil de enjuiciar, su prontuario es enorme. De paso plumazo, se van dos del escenario y solo falta Lopez de Santa Fe, que le falta poco, esta cansado, enfermo y medio viejo. Pronto se irá para el Chaco a tratar de destrabar unos conflictos contra unos indios piqueteros que le joden la gestión. Va a quedar el camino libre.
Rosas (pensativo): sabes que es buena idea... Hagamos una cosa, la efedrina que tenemos la escondemos en las clínicas de Buenos Aires mientras hacemos el juicio sumario. Pobre Facu... pero bueno, negocios son negocios. Encarnación! Decile a los amigos que preparamos una fiesta de disfraces en lo de la vieja Mariquita Sanchez. Nos vamos para arriba...
Encarnación: perfecto, pero antes anda a hacer los mandados!
Rosas: Sí, señora.
Ladislao Gutierrez: Don Juan Manuel... se que esto que le voy a decir es inoportuno, pero me gusta Camila O´Gorman. Como parece que será una fiesta de disfraces, puedo cortejarla?
Rosas: como no, Don Ladislao... es una fiesta, hombre! Hoy vale todo, curita. Pero se llegan a enterar los viejos te rompo la cabeza, no me metas en quilombos ni con la familia ni con la iglesia.
Ladislao: sí, lo entiendo. Tranquilo que la tengo re clara con esto...

La fiesta se hizo y fue un éxito en convocatoria. Eusebio de la Santa Federación contó unos chistes verdes, hubo baile de la mano de cantantes de la épica: "Nazarena Cruz Lobato", "Pocho el jaguareté", otros. Camila O´Gorman ganó el "Zapateando por un sueño", pero tuvo que huir con Ladislao dado que este último evidenció sus sentimientos con reacciones naturales de sus órganos sexuales. El joven Mitre le ganó en "la taba" a un ebrio Rosas disfrazado de Ñandú, cosa que este no le perdonó jamas. Mientras Maza, padre e hijo, conjuraban en secreto algún plan para desestabilizar al gobernador de Buenos Aires, otro joven, J.B. Alberdi, se puso a chamuyar a la sobrina de Rosas, prometida de un cónsul francés y de tanto hablar del sistema económico de Inglaterra se la levantó. Tuvo que salir huyendo también de las armas de la Mazorca, bajo el grito: "Agarren a ese zurdo que se escapa".
Siguieron luego tiempos conflictivos.

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