domingo, 22 de noviembre de 2009
Artigas y Wallace en un bar de estación Once
Eran las 19 horas de un día Martes muy lluvioso y calurosamente húmedo. William Wallace volvía de una tarde agitada y cansadora vendiendo alfajores en los vagones de tren del ex Ferrocarril Sarmiento. Había vendido pocos productos y se encontraba fastidiado, no llegaba a fin de mes. Antes de volver a su casa en San Cristóbal decidió ingresar a un bar a tomar una ginebra y despedir tensiones.
Apenas le sirven el vaso aparece un transpirado Gervasio Artigas que se sienta junto a él. Como William, volvía de trabajar. Había conseguido un laburo en una construcción en Palermo donde trabajaba desde las 7 de la mañana y le pagaban medianamente bien. Dado el clima lluvioso, esta vez había conseguido adelantar su salida. El se pide una cerveza (Se escucha una cumbia "cachaquera" de fondo, con una percusión digital muy repetitiva. Dos mujeres del rubro prostibulario se pintan el rostro para verse mejores en una mesa cercana).
William Wallace: como le va hombre? Día complicado el de hoy... Me hace acordar a mis tierras escocesas. Hasta me siento como en casa.
Gervasio Artigas: como le va...? Es de Escocia, mire usted... Y quiere volver algún día?
William: sabe que no... Extraño mi pequeña finca, al Celtic de Glasgow, a mi mujer -que en paz descanse-, al pueblo escocés, pero me llevé muchos infortunios. Nadie es profeta en su tierra.
Gervasio: que curioso... yo también extraño lo mismo de la Banda Oriental. Pero también me he llevado mucha frustración y rencor.
William: lo cagaron?
Gervasio: observe usted que vengo a trabajar acá porque en Paraguay, donde vivía hay poco laburo. El campo anda seco y me vine como tantos otros paraguayos a Bs. As. a la misma Buenos Aires que me dio la espalda contra los españoles y los portugueses.
William: lo traicionaron como a mí... A mi los nobles de la propia Escocia me dejaron en banda faltando poco para ganar todo. Se pusieron culo y calzón con la corona inglesa. Dos de los mas grandes nobles se dejaron comprar por tierras y coimas. Yo dejé mi tranquilidad, mi mujer, mi familia y me recontra "garcaron".
Gervasio: que risa tragicómica la que me agarra! Parece que estoy hablando conmigo mismo... Yo tambien entregué todo, pero hasta mis propios aliados de Entre Ríos y Santa Fe se me dieron vuelta. Y hubo muchos correligionarios de la Banda Oriental que hicieron oídos sordos para borrarme del mapa político como le pasó a Güemes en Salta, en especial los poderosos comerciantes de Montevideo. Lopez por unas vacas y Ramirez por intereses políticos. Ramirez luego se dio cuenta de su error, pero se la dieron. Lopez sobrevivió mas tiempo, era mas "bicho" el pibe...
Pero podríamos haber hecho un país mucho mas grande, mis influencias llegaban hasta Córdoba y ya estaba hablando con Paraguay. Y había hecho una reforma agraria y todo.
William: conmigo Robert The Bruce también se dio vuelta como una media, luego se arrepintió pero a mi me costó "un huevo". Es que a la gente que anda con el pueblo suele terminar en el zanjón... No recuerdo muchas historias que hayan terminado bien ¿A usted lo agarraron? A mi me agarraron y me pusieron en el potro de tormentos, tengo los ligamentos y los tendones hechos goma. Al punto que no puedo correr ni en una cancha de fútbol 5.
Gervasio: no, yo me tuve que ir a Paraguay. Pero todo culpa de la oligarquía porteña de Buenos Aires y Montevideo que se habían coaligado con la corona inglesa, la misma que usted tanto odia. Especialistas en dividir y dominar por ese medio. Hoy heredan sus sanas costumbres sus hijos "yankies", aunque me parece que estos últimos son mas brutitos a la hora de encarar una dominación. No se si llegarán a dominar como Roma o Inglaterra tantos años...
William: y contemple... en Corea les fue mas o menos, en Vietnam cayeron... y ahora en Irak y Afganistán ya se quieren rajar... Zafaron que cayó la URSS. Pero se creó la Unión Europa y China se puso activa y se les complicó el escenario. No se, tal vez ya tomamos mucho para andar pensando tan profundamente...
Gervasio: "´perá", esos que estan ahí hablando en el otro bar no son Carlos Alvear, Bernardino Rivadavia y el Rey Eduardo "Longshanks" de Inglaterra tomando New Age?
William: sí... vamo´ a darles... "Les re cabe".. (Ambos sacan cuchillo y espada para cruzar al bar de enfrente).
Gervasio: Ustede´ tre´... Dale, dale... Vo´ Berny, dame el reloj y la guita del préstamo de la Barhing Brothers. Carlito´, habilitá la tarjeta de débito y Edu tirá las Nike y los lentes. Dale, Dale...!
William: miralos que "cagones" que son, eh... Y donde esta la caballería ahora para zafarlos? "Chetos".
Ambos salen rapidamente del bar, con William un poco desestabilizado por el alcohol, caminan esquivando a los transeúntes y perdiéndose en Plaza Miserere. Se toman el tren a Moreno (dado que el apellido de Mariano les sienta bien). Luego de un viaje bastante dificultoso por la cantidad de gente en los vagones, llegan al barrio y consiguen comprar algunos vinos y una tira de asado para seguir hablando de "bueyes perdidos". Justo juega Nacional-Peñarol y lo verán por el cable que Artigas tiene "colgado" (artes que había aprendido Gervasio en sus tiempos de contrabandismo tan habitual en las orillas del Río de la Plata virreinal).
Etiquetas:
Argentina,
Escocia,
Europa,
Inglaterra,
Latinoamérica,
Uruguay
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"LUCKIFER ES DIOS" REZA UNA PINTADA EN UN PAREDON PERDIDO DE UN CALLEJON DE TERRA GOFIO.
ResponderEliminar¿EXAGERADO? CLARO QUE SI: DIOS HIZO AL HOMBRE, LOS ANIMALES, LAS PLANTAS, EL UNIVERSO Y LA MAR EN COCHE, PERO NO INVENTÓ "HISTORIA MUTANTE". CALENCHU DIOS.
APLAUSOS EN FA MAYOR
ELMER