sábado, 14 de noviembre de 2009

LA DESAPARICION DEL MUNDO MAYA



Ultimamente hemos visto decenas de documentales relacionados a la investigación de los sucesos que dieron origen a la decadencia y caída del mundo maya. Se tocaron diversos factores sobre la causa de esta caída, entre ellos, motivos medioambientales originados por un enfriamiento global en el siglo VIII que ocasionaron una gran sequía en el actual México que trajo aparejada la pérdida de la fe en los clanes sacerdotales y en sus reyes, necesitando mayores sacrificios, provocando guerras civiles, destrucción y el abandono de los grandes centros urbanos.
Pero esta teoría se cae cuando contemplamos que la causa principal de la extinción del mundo maya se debió a que la nobleza y la cúpula sacerdotal, que mantenían supuestamente el equilibrio entre el mundo terrenal y el universo cósmico, decidieron privatizar la transmisión en vivo de los sacrificios humanos en el altar de los Dioses. Mediante espejos y paneles gigantes, un grupo de empresarios "mexicas" lograban transmitir en directo la ceremonia a los hogares mayas. Lograron tras varios avances tecnomecánicos que esta transmisión alcanzara lugares muy distantes como el norte del actual México (gracias a esto, en el norte comenzaron a copiar la ceremonia) y hasta en algunos momentos los Tihuanaco de Sudamércia lograron captar la señal, con signos metafísicos realizados en el suelo se captó la señal también en el pequeño pueblo de Nazca y los habitantes del "Pirú" (Tierra) comenzaron a construir una ciudad elevada en Machu Pichu para poder recibir las ondas de una forma aceptable. Tikal, Palenque y otras ciudades se adhirieron a la empresa y contrataron la transmisión, luego de unas licitaciones de dudosas características legales.
Surgió toda una serie de merchandising, como figuras talladas articuladas a los cuales se le podía extraer el corazón y que estaban destinadas al mercado infantil, como también una serie de pinturas diseñadas sobre piedras como si fueran tarjetas o figuritas con los principales verdugos en la imagen. También se crearon series de alimentos y bebidas sobre las cuales se decía que poseían la bendición de los sacerdotes de las pirámides.
Sin embargo, la transmisión se dificultaba cuando había lluvia, cosa muy recurrente en el México tropical, y esto hizo enfurecer a la población que luego de largas y extenuantes jornadas de trabajo veían la ceremonia como centro de recreación en los momentos de ocio. Dicha ceremonia no era muy creativa... comenzaba con un baile de mujeres exhuberantes traídas de varios lugares de América (entre ellas se destacaba "Vive el Fuego", una joven rubia que quizás haya llegado de embarcaciones vikingas y a la que veían como la reencarnación femenina de Huitchilopotli), seguido por un juego de pelota que se jugaba con las caderas y codos, con el objeto de encestarla en algunos aros colocados en las paredes y de cuyo resultado dependía la vida o la muerte de los participantes. Y el acto final: el sacrificio, para calmar a los dioses y den un año productivo, con lluvia y prosperidad. Era un evento único que ahora contemplaban personalmente solo las clases altas, socios de los señores de las Pirámides. Se extirpaba el corazón aún latiendo de los prisioneros y se ofrecía la sangre al cielo, a las Deidades.
Pero como los espectadores crecían, se necesitaron muchos prisioneros, mas guerras y también mas gastos estatales para financiar a los ejércitos e ir en busca de prisioneros a mayores distancias (incluso los propios espectadores estaban en peligro, podían ser los próximos). Este crecimiento de sacrificios hizo que lloviera demasiado pues los Dioses se encontraban empachados de sangre y derramaban sus lágrimas de alegría en una cantidad considerable. Se produjeron inundaciones y pérdidas en la producción agropecuaria y, por consiguiente, una merma en la tributación. Pero lo principal... que se cortara la transmisión por fallas de señal. La gente se rebeló. La decisión de la cúpula fue seguir sacrificando prisioneros para que no decaiga el negocio, pero haciendo engañosas lecturas a los Dioses para que estos no escucharan sus ruegos, disminuyendo así el nivel de caída pluvial. Pero esto generó el efecto no esperado: sequías, guerras y acto seguido, el descrédito del poder político y religioso. Los dirigentes, a falta de helicópteros, eligieron huir en canoas y luego por tierra a territorios sureños (dicen que a tierras australes, donde aún no eran reconocidos).

No hay comentarios:

Publicar un comentario