VALKIRIA

Muchas versiones han sido vertidas en el recorrer del siglo XX y XXI sobre las causas por las cuales falló el atentado contra Adolf Hitler el 17 de Julio de 1944.
Pero la causa principal del fracaso del atentado fue una deficiente red de espionaje montada por el Jefe de Gobierno de Berlín, quien no solo contrató a agentes secretos curiosamente faltos de toda inteligencia y creatividad.
Era el verano de 1944, Rusia estaba casi perdida para el ejército alemán y los Aliados con EEUU e Inglaterra al frente habían desembarcado en Normandía, Francia. Italia, de la mano de los aliados, estaba tambien al borde del colapso. El Fuhrer se dispuso a viajar a su Cuartel General en Prusia Oriental, donde la red de contraespionaje se disponía a abatirlo.
El jefe de gobierno capitalino, Maurice Von Stauffenberga, colocó en su maletín una bomba diseñada por su subordinado, Otto Von Palacius, jefe de la Gestapo berlinesa, y su ayudante, C. Vander James. Estos secuaces se auto-referenciaban como especialistas en logística y artes de inteligencia militar. Habían pinchado teléfonos de rebeldes Judíos polacos y sospechaban que asociados a un grupo de maestros guerrilleros de Berlín, hartos de la enseñanza nazi, enviaban información a los aliados y también a los rusos. Pero estaban ansiosos para que el alto jefe del III Reich le diera cabida a sus informaciones y se encontraban apesadumbrados porque éste no lo hacía.
Decididos, tomaron sus autos para dirigirse al cuartel general polaco en lo que llamarían Operación Valkiria. Pero jamás se habían dado cuenta que ellos mismos estaban siendo espiados.
Pronto, mientras viajaban a Prusia O., el ejército alemán se enteró sobre las escuchas telefónicas del atentado a producirse y alertaron a la policía militar sobre la llegada de los sospechosos, pero era demasiado tarde. La bomba, hecha con restos de pegamento, papel crepé y "Chasqui Boom", un petardo usado usualmente en las navidades de antaño, hirió al despreciable Hitler de forma muy leve.
Este fue el regaño de Adolf Hitler a Von Stauffemberga (que había perdido un ojo en la Guerra en Africa) y sus ayudandes luego del incidente:
Adolf Hitler: muchachos... que les pasa? Los contraté para espiar y no sirven siquiera para eso? Ahora me quieren asesinar a mí... Esto es un bochorno! Que van a decir los aliados y los comunistas de tanta estupidez!? Que será de mi imagen ahora, medio rengo!? Espiaron a un grupo de inofensivos profesores de escuela y estos los delataron... Son unos inútiles! Gracias a ustedes estamos perdiendo con Stalin y con los aliados en Francia, en Italia...! (la ira se apoderó del Fuhrer). Por espías mediocres como ustedes perdimos la I guerra mundial! Que diría de ustedes y de mi Otto Von Bitsmarck, Federico el Grande, Federico "Barbaroja"! Es inaudito... Señores, la guerra esta perdida. (Los tres oficiales de la Capital se encuentran pálidos de miedo antes los gritos del Canciller). Váyanse... voy a indagar que hacer con ustedes (Se muestra en esta última expresión un poco mas tranquilo pero aún esta aturdido y confundido).

Finalmente Maurice Von Stauffenberg fue enviado al frente Francés, donde se entregó ante la primer bandera norteamericana que lo presentó batalla, a pesar de poseer varios tanques "Tiger" para combatirlos. Se fue a vivir a EEUU, donde se ganó la vida imitando a cantantes clásicos del Rock Inglés en bares de bajo nivel. C. Vander James también se entregó pero ante tropas inglesas. Fue enviado a realizar tareas de espionaje a Berlín Oriental, ya con la división del muro, pero a los fines de que pase información falsa al enemigo dado sus groseros errores cuando le daban un dato fidedigno. Von Palacius, conocido por su violencia, fue apresado por los rusos mientras estaba a cargo de un Campo de Concentración y fue enviado a un Gulag de Siberia, donde fue elegido para controlar a sus propios compañeros de prisión con escaso éxito, dado que fue descubierto y neutralizado por los mismos ex compañeros. Una vez liberado viajó a la Argentina donde puso un parripollo, una cancha de paddle y una pista de patinaje sobre hielo cuando estos habían pasado de moda.

UNA HISTORIA PLAGADA DE INEFICIENCIA.